Sobre Mí
Mi experiencia en la terapia psicológica ha sido en el sector privado y público. En CAIDERIS, brindé atención integral a personas con depresión y riesgo suicida; más adelante, me enfoqué en el trabajo terapéutico residencial con personas consumidoras de sustancias, donde, específicamente, trabajé con un enfoque de género, con población femenil y LGBT.
El año 2020 (en el que se desató la pandemia por COVID-19) nos tomó a todos por sorpresa; esto también modificó la praxis en la psicoterapia, cambiando de lo presencial a la modalidad online. Esto presentó un reto en mi práctica profesional, así como para mis consultantes; sin embargo, fue una oportunidad que me permitió llegar a personas de distintos puntos de la República Mexicana. Durante este tiempo, la pandemia hizo visible otro tipo de problemáticas que están normalizadas en nuestra cultura, como la violencia que viven las mujeres en el vínculo con la pareja. Desde entonces, mi trabajo se ha enfocado en la atención a mujeres que se encuentran en situación de violencia, así como en poblaciones vulnerables que, debido a los distintos factores sociales que las atraviesan, se encuentran en mayor riesgo, como las mujeres migrantes y refugiadas, a quienes acompañé en la atención psicológica, la cual les permitió afrontar los obstáculos que viven, al igual que la incertidumbre y la violencia presentes durante su trayecto. También, durante la pandemia, colaboré con VihveLibre, atendiendo procesos terapéuticos a personas con un diagnóstico de VIH.
Todas estas experiencias profesionales marcaron mi compromiso y sensibilización para trabajar desde una perspectiva de género y con enfoque en derechos humanos. Así surge La Morada Psicología, un espacio seguro e inclusivo que acompaña de manera respetuosa y empática a cada consultante en su proceso personal.